La mayoría de jugadores peruanos coincidió en que el árbitro Leandro Vuaden inclinó la cancha a favor de Uruguay. Y no se equivocaron, aunque en un principio se creyó que no era cierto. El juez brasileño primero cobró un gol que no quedó claro que entrara y luego otro en posición adelantada a favor de los ‘charrúas.
En el primer tanto, concedido a Luis Suárez, queda en duda si el balón ingresó o no en su totalidad al arco defendido por Diego Penny. Fue el juez de línea, Alessandro Rocha, quien marcó el tanto pese a que no estaba parado a la altura de la línea de gol. Por el contrario, estaba casi a dos metros de esta. ¿Una jugada similar se la habría cobrado a Perú? Creemos que no.
En el tercer tanto uruguayo, decisivo porque cortó el envión anímico de Perú tras el empate, además, hubo posición adelantada. Tras el tiro libre de Luis Suárez, Sebastián Coates conecta el balón de cabeza. En ese preciso instante, Diego Godín está adelantado. Y es precisamente este defensor el que toma el rebote tras la atajada de Penny y envía el centro para que el ‘Cebolla’ Rodríguez anote el tercero. ¿Por qué el árbitro no cobró? No lo sabemos.
Si bien se cometieron innumerables errores en defensa, el árbitro influyó de manera directa en estas dos jugadas. Quizás la primera pueda determinarse con una foto o video que muestre que la pelota realmente ingresó, pero en el tercer gol Godín está adelantado y no existe sustento que pruebe lo contrario.
FUENTE: DIARIO EL COMERCIO
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